PÁGINAS DE INTERÉS

EL YUGO DEL SEÑOR


   
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MENSAJE DOMINGO 07/09/2014

Por el Hno. Gabriel

Mateo 11
28  Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

¿A que puede estar refiriéndose el Señor Jesús en este pasaje bíblico? ¿Acaso estaría hablándoles a todos los obreros que pasaban por allí cansados y fatigados de la jornada laboral,  invitándoles a que dejen de servir a sus amos y vengan a descansar con Él? ¿Acaso el Señor Jesús se estaba ofreciendo a llevar Él las cargas de ellos para que estos descansen?

Muy a menudo se ha utilizado esta cita bíblica para enseñar que Jesús puede llevar todas nuestras cargas y nuestros problemas cada vez que estos llegan a nuestra vida, pero tal enseñanza hace ver a Jesús como un siervo a nuestras disposición que está allí esperando que le arrojemos nuestros  problemas para que él tenga que cargarlo a fin de que nosotros estemos tranquilos y descansados, como si él fuera un empleado de hotel que tiene que llevar nuestras maletas para nuestro confort y comodidad. ¿Sera que esto es así? La respuesta es ¡NO!, Jesús no es nuestro siervo encargado de llevar nuestras cargas a nuestra conveniencia para que nosotros estemos tranquilos y descansados, porque el evangelio nos enseña que Jesús es el Señor y nosotros sus siervos, y no al revés, por tanto hablar de que Él está a nuestro servicio para llevar nuestras cargas diarias para nuestro consuelo y comodidad no es una enseñanza correcta.

De hecho Jesús cargó con una inmensa carga nuestra la cual es el pecado (1°Pe 2:24) afrontando todas las consecuencias del mismo (Is 53:3-12), y nosotros tomamos conciencia de ello cuando nos convertimos a Él, pero estando ya en Él somos subyugados por su señorío, para servirle y obedecerle en todo lo que Él mismo a dispuesto para nosotros. ¿Entonces a que puede estar haciendo referencia esta cita?

Unos cuantos versos antes de este pasaje, el Señor Jesús está hablando del juicio y castigo que les acontecería a las ciudades incrédulas como Corazín, Betsaida y Capernaum, por causa de su obstinación y resistencia al arrepentimiento para creer en el evangelio de Jesucristo luego de haber sido testigos de los maravillosos milagros efectuados allí por medio del poder de Dios.

EL PESADO YUGO DE TRATAR DE ALCANZAR A DIOS POR OBRAS
Sin embargo también, desde el verso 27 del mismo capítulo el Señor Jesús declara que la única forma o camino para conocer al Padre sería por medio de Hijo, y que estaba en el Hijo el poder o facultad de revelar al Padre Celestial, dando a entender con esto que ningún judío tendría la capacidad de alcanzar al Padre por mas esfuerzo que haga en cumplir la ley y buscar la santidad, todo intento de santidad y salvación por parte de los judíos mediante la ley se veía frustrado por causa del pecado, ya que el pecado constituía una barrera entre Dios y el hombre.

Entonces alcanzar la santidad o la salvación por uno mismo era un trabajo muy agotador y frustrante para todo judío por el hecho de fracasar rotundamente en el intento, sencillamente jamás lo lograrían, sin embargo en el tiempo de Jesús muchos vivían sus vidas sumidas en aquel agotador trabajo de cumplir la ley buscando aplacar la conciencia de culpa y hallar descanso para sus almas, por esta razón sus vidas estaban cargadas y agotadas sin hallar descanso para sus almas insatisfechas.

Lo que el Señor Jesús está enseñando en este pasaje es que el tiempo de cargar el yugo de la ley mosaica había llegado a su fin, ya que por medio de la ley ningún hombre alcanzaría a Dios y sería salvo de la ira de Él, sino que ahora el único y excelente camino hacia el Padre sería por medio de la fe en Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, quien tenía y tiene la potestad de revelar al Padre a quien Él quiere, ya no por medio de la obra de la ley sino tan solo por creer en Él.
Hechos 15 (El concilio en Jerusalén)
10  Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
11  Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

EL DESCANSO POR MEDIO DE UN CAMBIO DE YUGO
Toda aquella labor incesante por parte de los judíos por cumplir la ley representaba un pesado yugo que ellos debían cargar, sin embargo el Señor Jesús llama a todos aquellos que están en esta continua labor a que vengan a Él para hallar descanso para sus almas.

No obstante el descanso que el Señor Jesús les ofrece no es tan solo por un momento para que luego que se sientan mejor y descansados vuelvan nuevamente a cargar el yugo de la ley y seguir sus caminos, sino por el contrario, el descanso en el Señor es continuo, abandonando aquel pesado yugo de las obras de la ley para siempre, pero para cargar un nuevo yugo mucho más  liviano y ligero y fácil de llevar

EL YUGO DE ISRAEL NO ERA LA LEY
Bueno, hasta aquí hemos hablado bastante del yugo pero ¿Qué es exactamente el yugo? ¿A qué se refiere el Señor Jesús cuando dice llevad mi yugo sobre vosotros?

La palabra yugo tiene dos aplicaciones en las escrituras, una es aquella que hace referencia al yugo que se le ponía a una yunta (par) de bueyes para poder arar con ellos, y la otra aplicación hace referencia al dominio que alguien superior ejercía sobre sus súbditos para que estos les rindan servicio, por ejemplo el yugo de Egipto sobre los israelitas (Lv 26:13), el yugo de Nabucodonosor sobre los judíos (Jer 27:11-12), etc.

El yugo al que el Señor Jesús se refiere en el pasaje de Mateo 11:28-30 es al sometimiento de una persona frente una autoridad dominante para obedecerle en calidad de siervo o esclavo.

Ahora, la condición de las personas antes de venir a Jesús era en sometimiento a una autoridad, pero tristemente aquella autoridad a la que se habían sometido no era Dios sino el pecado mismo que los dominaba, porque eran rebeldes a la ley de Dios, de lo contrario si se hubieran sometido a Dios cumpliendo la ley no habría necesidad de que Cristo venga, pero ellos en ultimo termino estaban sometidos a una autoridad que no era Dios, sino el pecado del cual no se podían desligar, servían al pecado y la conciencia de culpa era la carga mas difícil que ellos debían soportar.

Romanos 6
16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
18  y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Pero Jesús como Señor y Cristo vino a liberarnos de aquel yugo de esclavitud para someternos a su autoridad, así que el pasaje bíblico de Mateo 11:28-30 no está haciendo referencia a que Él puede cargar nuestros problemas diarios para que nosotros estemos más tranquilos, sino antes está hablando de abandonar el yugo de la esclavitud al pecado para someternos a su señorío y hallar verdaderamente descanso para nuestras almas.

Lucas 4
18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
Jesús por medio de la predicación del evangelio anuncio que el reino de los cielos se había acercado, había un nuevo señorío en la tierra del cual Él era y es el Señor de aquel reino, y como todo rey y señor tiene dominio sobre todos los que pertenecen a aquel reino, el hecho de que el nos ponga un yugo es porque tiene dominio sobre nosotros para que le obedezcamos y sirvamos a Él porque él es el Señor, pero a diferencia de nuestro estado anterior que cargamos un difícil yugo con una pesada carga, el nos ofrece su yugo el cual es más liviano con una carga mucho más ligera.

El yugo físicamente era un travesaño de madera o de hierro que se ataba al cuello de las personas y se sostenía con los hombros sobresaliendo para los costados a fin de atar cargas en cada extremo para que el esclavo pueda llevarlas de un lado hacia otro, esto generalmente lastimaba el cuello de las personas y hacia que su postura sea encorvada por causa del peso de la carga y del yugo mismo.

EL YUGO DEL SEÑOR
Ahora, el Señor nos ofrece su yugo, pero de ningún modo este es semejante al descripto arriba, sino que es mucho más liviano y fácil de llevar, el servicio a Él no es pesado y agotador como el yugo anterior, sino que es más fácil y conveniente, pero requiere de una condición, llevarlo como él mismo lo llevo, con mansedumbre y humildad de corazón. En otras palabras debemos seguir el ejemplo de Jesús, quien como siervo fue perfeccionado en la obediencia (He 5:8-9, Ro 5:8) haciéndose obediente hasta la muerte (Fil 2:8) y muerte humillante.

Ahora, nosotros sabemos que en nuestra condición física de hombres no mora el bien (Ro 7:18), sino el mal, entonces de qué modo podríamos imitarle a Él para ser mansos y humildes de corazón, solo será posible por medio de su Espíritu Santo morando en nosotros quien nos acerca a la santidad y nos aleja del pecado, o sea que la única forma de ser mansos y humildes es por medio de su Espíritu Santo en nosotros, de otro modo no lo podremos lograr.

Llevar su yugo sobre nosotros solo será posible si creemos en Él y recibimos la promesa del Espíritu Santo en nosotros para que nos acerque a la santidad en mansedumbre y humildad.

El Señor Jesús dijo que su yugo es fácil, y la pregunta en tal caso sería ¿Por qué es más fácil? ¿Qué hace que sea más fácil? También nos dice que su carga es más ligera, ¿Por qué es más ligera? ¿Cuál es la diferencia con la carga anterior?

1° Juan 3
23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Su yugo es más fácil porque consiste tan solo en creer que Jesucristo es el Señor y amarnos unos a otros, no son muchas demandas, y su carga es más ligera porque es Él mismo en nosotros con su Espíritu Santo quien se encarga de llevarnos hacia la santidad.

La salvación ahora es accesible por medio de Cristo, pero requiere rendirnos a su voluntad, ser mansos y humildes, en otras palabras esto es no siendo rebeldes y soberbios, sino obedientes a sus mandamientos hasta el final.

1° Pedro 1
22  Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;
LA EQUIVOCADA SANTIDAD DEL CRISTIANO
A pesar de ser una enseñanza muy comprendida muchas veces nos alejamos de su yugo para cargar con nuestro propio pesado yugo que lo único que hace es alejarnos del Señor y fatigarnos nuevamente, me refiero a la santidad exterior forzada, en la cual muchas veces solemos caer, y no nos damos cuenta sino hasta que nos encontramos fatigados en nuestro interior sin gozar de constante paz del alma, de repente vemos que seguir a Cristo solo genera un constante sufrimiento y turbación por tratar de mantener una rigurosa practica tratando de mostrar lo que no somos.

Jamás debemos buscar la santidad y la salvación por medio de formas y practicas carnales que pensamos que nos hacen más santos, sino que la santidad es el resultado del Espíritu Santo trabajando en nosotros, y no es un cambio externo solamente sino primeramente interno, en el corazón, que luego da a luz una nueva persona hacia afuera

Muchas veces nos hacemos un concepto de lo que es la santidad y así lo enseñamos a otros, sin embargo la santidad no es algo que un cristiano pueda imponer a otro, porque la santidad es un fruto del Espíritu de Dios en nosotros. Con esto no estoy negando que Dios nos puede usar para colaborar en la santidad de otros, pero esto dependerá solo de Él.

Lucas 11
46  Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.

Así nos vemos a veces cuando buscamos imponer formas exteriores para que los demás se vean mas santos, y mientras más rigurosos o legalistas nos volvemos con la conducta hacemos que la vida cristiana pierda la orientación y no podemos hallar el gozo y descanso para nuestras almas, sino que otra vez nos encontramos cargados y fatigados sin hallar descanso en Cristo, vamos a Él en oración pero no hallamos descanso, porque estamos cargando nuestro propio yugo y no el que Él nos ha impuesto.

Por fuera nos podemos mostrar fuertes y completos, pero por dentro estamos abatidos y fatigados, encorvados y debilitados, sin embargo el yugo del Señor Jesús trae descanso para nuestras almas y no para nuestra carne.

Cargar el yugo del Señor nos alejara del pecado, porque por medio de su Espíritu ahora nos sometemos a su señorío, pero si el yugo que cargamos hace que nos veamos como rectos, justos y buenos por fuera pero no nos aleja del pecado, sencillamente no estamos cargando el yugo del Señor sino el nuestro propio.

Colosenses 2
23  Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

Como cristiano he conocido a muchas personas que buscan imponer rigurosamente conductas y formas a fin de que las personas se vean mas santas por fuera, pero el problema de todo cristiano esta por dentro, es el corazón el que se debe cambiar, y el único que puede solucionarlo es el Señor.

Ahora si tu vida cristiana se encuentra agobiada e insatisfecha es porque no estás cargando el yugo del Señor, en ese caso tengo que decirte que vengas al Señor y el te dará descanso para tu alma, podrá su yugo sobre ti haciéndote un siervo manso y humilde de corazón para la gloria y servicio de Él.
LAS CARGAS DEL SEÑOR
El Señor Jesús pondrá sobre nosotros sus cargas, pero estas de ningún modo nos van a agobiar el alma, el no nos pondrá más peso del que no podamos soportar, nos hará servirles según la capacidad que por su Espíritu el mismo puso en nosotros, unos en una tarea a otros en otras, pero todos conformaran el cuerpo de Cristo que es su iglesia.

Job 34
23  No carga, pues, él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios a juicio.

Las cargas de Jesús son muchos más ligeras y fáciles de llevar, solo si nos sometemos a Él en humildad y mansedumbre del corazón, de lo contrario nos va a pesar, porque no será la fe operando en nosotros sino nuestra débil humanidad para alcanzar a Dios.

Ser humilde es humillarse delante del Señor, del griego la palabra humildad y humillación tienen la misma raíz, y la parte variable del vocablo solo son las dos letras finales, (humilde = ταπεινός Tapeinós y humillación = ταπείνωσις  Tapeínosis)

Se podría decir que el sustantivo es “humildad” y el verbo para llevarlo a cabo esta condición es la “humillación”, no podremos ser humildes si no nos humillamos bajo la mano del Señor

1° Pedro 5
6  Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7  echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Entonces, Él no dice trae tus problemas para que yo me encargue de ellos, sino humíllate y yo me encargare de tu vida, estando al servicio del Señor debemos descansar porque Él se va a ocupar de todas nuestras necesidades, no debemos vivir en ansiosa inquietud, sino descansar en Él.
           

La paz del Señor Jesucristo.-

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