PÁGINAS DE INTERÉS

LA PRUEBA, LA TENTACIÓN Y LA CONSECUENCIA




MENSAJE DOMINGO 09/03/2014

1° Pedro 1
7  para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

Santiago 1
2  Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
3  sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

Salmos 11
5  Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.

Romanos 5
1  Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
2  por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3  Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4  y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

1° Tesalonicenses 2
4 sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.

Hebreos 10
32  Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
33  por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
34  Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
35  No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
36  porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

Santiago 1
13  Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.


La paz del Señor Jesucristo

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