PÁGINAS DE INTERÉS

LA FAMILIA CRISTIANA (Retiro Familiar 2013)




LA FAMILIA CRISTIANA

PARTE 1 DE 3; EL MATRIMONIO EN DIOS

La familia es muy importante para Dios, desde la antigüedad y a través del Antiguo Testamento podemos ver cómo Dios trató con los hombres y con sus familias, desde Noé y pasando por Abraham y las tribus, al punto tal de establecer reglas y normas para mantener la unidad familiar y sus pertenencias.

Hablar de la familia cristiana, es hablar del padre, de la madre, de los hijos, y del resto de los parientes. Pero obviamente no podemos hablar de la familia sin antes hablar del matrimonio.

¿Qué es el matrimonio y cómo se compone el mismo?

EL MATRIMONIO SEGÚN LOS DICCIONARIOS;
Matrimonio; Unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales.
Matrimonio; Unión de un hombre y una mujer reconocida por la ley como familia. Casamiento, enlace.

Aunque la palabra matrimonio es un vocablo muy comprendido para todas las personas, no lo es al momento de llevarlo a la práctica, porque de lo contrario no existirían tantos divorcios como los que hay hoy en día dentro de la sociedad.

INFORMACION ADICIONAL; INDICE Y ESTADISTICAS DE DIVORCIOS
De acuerdo al los dos últimos censos realizados en este país, los datos obtenidos revelaron la real situación de las familias argentinas. Según los datos del último censo, entre 2001 y 2010 hubo un total de 564.396 separaciones legales (solo en una década). Para hacerse una idea, se produjeron a razón de 172 divorcios diarios.

La tasa de separación y divorcio en argentina, según el último censo, determina que hoy ya son 1.764.400 divorciados en todo el país (datos legales) (¿Cuántos serán cristianos evangélicos?), sin contar las rupturas de matrimonios que aun no se han legalizado, y sin contar también las uniones en calidad de concubinato que se estima son una cifra superior. Un estudio en argentina revelo que uno de cada tres matrimonios argentinos se divorcia y el 60% de las rupturas de parejas es impulsado por las mujeres.

Es curioso notar que en la mayoría de las ceremonias religiosas (cristianas) de unión matrimonial se hace uso de aquel conocido voto que consiste en declarar delante de Dios que sus vidas se unen “hasta que la muerte nos separe” sin embargo pasado los 3 o 6 años de convivencia (siendo generoso con la cifra) esto parece quedar en el olvido, porque sin mediar la muerte en ellos, deciden separarse a través de otra alternativa que es el divorcio, en tal caso el voto pronunciados por tales personas al momento de unirse en matrimonio debería ser; Unimos nuestras vidas delante de Dios pero solo “hasta que el divorcio nos separe”

Estos datos nos sirven para conocer la realidad de la sociedad en la que convivimos, y cuanto de lo que en ella sucede está influyendo en nuestra vida cristiana.

Es triste enterarse que la vida matrimonial de muchos ministros religiosos en argentina, más concretamente pastores, diáconos y maestros, han fracasado rotundamente, si ellos siendo hombres teóricamente dedicados a Dios han fracasado en sus matrimonios ¡cuánto más los  matrimonios de los congregantes (las ovejas)!, muchos pastores aun aquí en Salta se han divorciado de su primera esposa y se han vuelto a casar con una hermanita de la iglesia, 15 años más joven que su primera esposa (¿?????) y están viviendo su segunda vida matrimonial a la vista de todos, poniendo como escusa, que Dios les dio una nueva oportunidad, y hasta han torcidos algunos versículos de la biblia para poder justificarse, sin darse cuenta que directa o indirectamente sus corruptas y egoístas formas de vida han dado pie para que muchos matrimonios dentro de la iglesia de Cristo empiecen a pensar en el divorcio como una alternativa aprobada por Dios para la solución de los diversos problemas de convivencia matrimonial.

¿Cómo debe ser un matrimonio cristiano? ¿Qué nos enseñan las escrituras (la biblia) al respecto?

EL MATRIMONIO SEGÚN DIOS  IMPORTANTE: ENFATIZAR
Génesis 2
24  Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Un matrimonio en Dios no es solo una unión conyugal como la que leíamos en el diccionario, sino que es un contrato, un acuerdo de convivencia en amor y armonía, con mandamientos, leyes y estatutos dados por Dios, que una vez concretado es irrevocable y solo debería quedar sin efecto con la muerte de algunos de los conyugues.

Ser una sola carne no es una expresión poética ni mucho menos algo sensual o sexual, sino que es un trabajo mutuo, ES UNA DEMANDA DE DIOS PARA LOS CÓNYUGES, donde tanto el hombre como la mujer, deberán colaborar decididamente para llegar a ser una sola carne, esto implica que ambos deberán trabajar para tener una misma mente, un mismo sentir, no solo en lo espiritual sino en lo práctico, en lo cotidiano, una misma meta o dirección, y además de esto trabajar para mantener vivo aquel amor mutuo e incondicional hasta la muerte.

Esto pocas palabras esto es básicamente el matrimonio en Dios, UNA GENUINA UNIÓN DE UN HOMBRE CON UNA MUJER PARA SATISFACER LA VOLUNTAD DE DIOS y que únicamente debe desunirse con la muerte de alguno de ellos. No es un deseo del hombre o de la mujer el hecho que seamos una sola carne, sino que esto es la voluntad de Dios, es Dios quien desea que el hombre que se una a una mujer mediante el matrimonio llegue a ser una sola carne con ella, y cumplir así con los designios de Dios para sus vidas.
Romanos 7
2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
3  Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.

O sea que un matrimonio centrado en Cristo, jamás va a pensar en el divorcio como una alternativa de separación, sino que sus vidas estarán unidas de tal forma que solo la muerte podrá mediar entre ellos para su separación. ESO ES SER VERDADERAMENTE UNA SOLA CARNE

Sin embargo no es esto lo que se observa en la vida matrimonial de muchos cristianos, la pregunta en tal caso sería ¿Por qué? ¿Por qué razón la vida matrimonial de los cristianos fracasa igual que la de los mundanos (incrédulos)?
Esto sucede sencillamente porque LA IDEA DE MATRIMONIO QUE ACTUALMENTE SE TIENE dentro de las congregaciones evangélicas no tiene nada que ver con Dios, sino antes con la sicología, con el humanismo, con la moral, con el mundo, con cualquier cosa menos con Cristo.

Los cristianos de hoy prefieren trazar sus vidas matrimoniales en función a sus propios deseos, esquivando totalmente la voluntad de Dios para sus vidas, prefieren buscar el consejo a través de libros de los hombres corruptos sin entender que el único manual que rige para la vida todo cristiano son las escrituras (la biblia).
2° Timoteo 3
16  Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,

ES POR ELLO QUE LA IDEA CENTRAL DE ESTE MENSAJE ES JUSTAMENTE MOSTRAR COMO DEBEN CONFORMARSE LOS MATRIMONIOS SEGÚN CRISTO…

LOS MATRIMONIOS Y SU RELACION CON LA IGLESIA
A veces pensamos que nuestra vida matrimonial es independiente a la vida de la iglesia. Pero ser una iglesia FUERTE Y EFICAZ EN LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO va a depender de cómo estén constituidas nuestras familias en Cristo. No se trata solo de lo que hablamos, SINO DE LO QUE VIVIMOS, un matrimonio mal conformado, de seguro va a dañar la vida y credibilidad de la iglesia.

La familia, verdaderamente es importante para Dios, y a través de las escrituras observamos que Dios conformo primero la familia y luego su asamblea (su iglesia, su pueblo, su reino, etc.), por esta razón, como iglesia de Cristo, no debemos ignorar que somos llamados a vivir el evangelio primeramente en nuestros hogares, a fin de que siendo perfeccionados desde allí podamos alumbrar verdaderamente a otros con nuestros hechos, con nuestras obras, con nuestros matrimonios, con nuestras familias, antes que con muchas palabras huecas y sin poder.

LA CRISIS EN LOS MATRIMONIOS CRISTIANOS
Es fácil salir y enseñarles del amor de Dios a otras personas, cuando no tengo la capacidad de amar verdaderamente a los de mi propia casa, incluso es fácil amar y demostrar amor a personas ajenas a nuestra familia, antes que a nuestras propias parejas. TODO ESO SE LLAMA HIPOCRESIA, y no tiene nada que ver con Dios.

Hay veces en que preferimos ser muy cordiales y amables con las personas de afuera antes que con las de nuestra propia casa, tenemos buen trato con el verdulero, con el almacenero, con el panadero, con el carnicero, quizá por esto mucha gente piensa de nosotros que somos excelentes personas, ya que siempre nos mostramos dispuestos, atentos y sonrientes con los extraños, pero sin embargo, el trato que tenga con mi esposa y con mis hijos es lo que en verdad va a definir lo que soy, podemos ser amables afuera, pero como soy en mi propia casa va a mostrar lo que en verdad soy, porque amar a las personas de afuera es fácil, pero amar a las personas que viven conmigo no es nada fácil. Si tenemos la capacidad de amar a nuestra esposa así como Cristo amó a la iglesia, seremos buenos instrumentos para la gloria de Dios.

Otra de las cosas que sucede dentro de la iglesia de Cristo, es que a veces el matrimonio solo es algo cosmético, algo muy adornado por fuera para que todo se vea bien los días de reunión, pero por dentro todo es un caos, durante la reunión se toman de las manos, y ambos levantan las manos durante el tiempo de la alabanza, pero vueltos a sus hogares, todo vuelve a ser mismo desastre que era antes de salir de allí, discusiones, pleitos, gritos, etc.

LA INCOMPATIBILIDAD EN LOS MATRIMONIOS CRISTIANOS
Cuantos de los que hoy están aquí reunidos han pensado en divorciarse alguna vez (no levante su mano), es muy probable que muchos hayan considerado que se equivocaron en la elección de su compañero o compañera de toda la vida, y por esa razón han pensado en el divorcio más de una vez, quizá algunos aun estén pensando que han cometido un error en casarse con la mujer que tienen al lado, o viceversa. Lo curioso de los matrimonios cristianos es que tanto el hombre como la mujer en la mayoría de los casos concluyen que se han casado con la persona equivocada, justo con aquella que no reúne las condiciones que estos esperaban.

Y la verdad es que esto sucede porque tenemos una mentalidad muy infantil, carnal y egoísta de la vida matrimonial cristiana, porque al momento de casarnos solamente hemos estado pensando en satisfacernos a nosotros mismos y nada más, es por ello que pasado algunos años de convivencia empiezan las crisis matrimoniales, porque todo aquello superficial que mantenía la relación, en algún punto empieza a desgastarse.

De repente todo cambia, antes de casarnos, durante el noviazgo, solo queríamos estar juntos todo el tiempo y nada más, después de casados, resulta que somos más felices mientras más separados estemos el uno del otro. Cuando el hombre no está en el hogar todo es pura armonía y felicidad, pero cuando este llega a la casa, empiezan las discusiones y las peleas, toda aquella compatibilidad que existía durante el noviazgo se transforma en una incompatibilidad durante la vida matrimonial. El hombre que antes trabaja 8 horas diarias, ahora  prefiere trabajar 10 o 12 corridas a fin de no llegar a casa y tener que soportar todas aquellas confrontaciones diarias.

Entonces empezamos a pensar que verdaderamente nos hemos equivocado de cónyuge, que nuestra vida matrimonial va rumbo al fracaso y que es solo cuestión de tiempo para que todo acabe, o bien, pensar cuan capaces somos de poder aguantar aquella vida matrimonial infeliz llena de hipocresía, de engaño y sin Cristo.

EL PROPOSITO DE DIOS A TRAVES DEL MATRIMONIO
Romanos 8
28  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29  Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Pero la realidad es que Dios, a fin de conformarnos a la imagen de su Hijo Jesucristo, nos va a unir intencionalmente a una esposa o esposo que no sea compatible con nosotros, un hombre o una mujer que justamente falle en aquellas áreas donde nosotros no quisiéramos que falle, pero es través de esas situaciones que Él nos va a enseñar a aplicar la misericordia, la gracia, el amor, la paciencia, la bondad, etc.

Si buscamos ser pacientes, así como Cristo fue con nosotros, Dios nos va a hacer pasar por muchas situaciones que comúnmente nos generen impaciencia, a fin de formar nuestra paciencia en medio de un valle de impaciencia, de la misma forma va a ser para el amor, si buscamos aprender a amar así como Cristo nos amo, un amor sin condiciones, Él nos va a unir justamente a una mujer que no reúna nuestras condiciones para que aprendamos a amar sin condiciones.



Efesios 5
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

El mejor ejemplo que encontramos en las escrituras para referirnos a un genuino amor incondicional es este, que aprendamos a amar a nuestras esposas así como Cristo amo a la iglesia y se entrego por ella. No debemos ignorar que Dios nos llama a entregar nuestras vidas por la mujer con la que nos hemos casado, indistintamente de su belleza física, si ella es muy bonita para nosotros va a ser mucho más cómodo amarla y estar junto a ella hasta el final de su vida, pero si la base de nuestro amor solo esta puesta en la belleza exterior de la mujer, el día que esta por alguna razón se pierda (algún accidente), ya no vamos a saber cómo amarla, ahora, si la base de nuestro amor es según Cristo, entonces nada hará tambalear nuestras vida de casado.

EL ROL DEL ESPOSO
Una de las dificultades de la vida matrimonial cristiana es el hecho de que a veces se desconoce el rol de cada cónyuge.
1 Corintios 11
3  Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

El marido debe comprender que la responsabilidad del matrimonio recae en su persona. Cristo debe ser la cabeza de toda la familia, e inmediatamente después viene el marido y luego la mujer. El esposo es responsable de todo lo que ocurre en su hogar. Esto significa que ante cualquier situación con los hijos o con la esposa, Dios va a tratar primero con el esposo. Una falla en el matrimonio será primeramente la falla del esposo. Pero cuidado, esto no implica que el esposo deba comportarse como un déspota totalitario con su familia, ¡NO!, no usamos nuestras autoridad como la de un Cesar, sino como la de Jesús, atándonos una toalla y disponiéndonos para servir.

Cuando un hombre entiende lo que significa la autoridad de Cristo en su vida, la usa para el beneficio de su familia, para su esposa, para sus hijos, es difícil ser hombres, tenemos responsabilidades que deben cumplirse

El esposo debe ser el “administrador”, el “mayordomo” del matrimonio y del hogar, la esposa es la ayuda idónea y la que administra en cooperación no en competencia con el marido. Cada decisión que deba tomarse debe estar en común acuerdo entre los conyugues (una sola carne)

El esposo cristiano no solo se ocupa de la provisión general, sino también de la provisión Espiritual, esto significa que es el hombre quien debe llevar adelante en su hogar los momentos de oración, de lectura y meditación juntamente con su esposa. Es el hombre quien vela por la salud física y Espiritual de sus hijos, es el hombre quien se ocupa de direccionar la educación de los hijos.

Debemos destituir aquel modelo mundano, que se nos ha inculcado, donde el hombre trabaja solamente para proveer del dinero y de lo material para la familia y nada más, y que cumpliendo con esto tiene derecho a llegar a la casa, sentarse a mirar televisión sin que nadie lo moleste, porque está muy cansado y necesita relajarse para volver a empezar la jornada del día siguiente.



EL ROL DE LA ESPOSA
1° Pedro 3
1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
2  considerando vuestra conducta casta y respetuosa.

La mujer debe someterse a su esposo, esto no se puede evitar, es una enseñanza bíblica, pero a su vez también ocurre que hay matrimonios donde la mujer buscando obedecer sinceramente al Señor en esta enseñanza, encuentra cierta dificultad para poder aplicarla, porque trata de someterse a su esposo pero a la vez observa que éste actúa como un adolescente, un inmaduro total, entonces la mujer no haya ninguna ganancia en someterse a un hombre así, un hombre que solo piensa en sí mismo, en el partido de futbol, en salidas, un hombre que no tiene ningún interés en discipular a su esposa, no le interesa leer la biblia, sino que solo quiere estar divirtiéndose con sus amigos, entonces para la mujer va a ser muy difícil sujetarse a un hombre así, es por ellos que muchas mujeres cristianas dentro de la iglesia crecen con amargura.

POR ESO ES PRECISO QUE LOS HOMBRES DE LA IGLESIA DEJEN DE SER NIÑOS ADOLESCENTES Y EMPIECEN A SER HOMBRES DE VERDAD, hombres como Cristo, llenos de Dios para cumplir todo propósito divino.

INSTITUCION DEL MATRIMONIO CRISTIANO
A veces pensamos que la familia del pastor tiene que estar obligadamente bien ordenada ¿y la nuestra? Ser un hombre o una mujer para Dios comienza por la casa. Es por ello que no hacemos mal en preguntarnos ¿Cómo debe ser nuestra vida matrimonial?
Efesios 5:
22  Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
24  Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

Debemos entender que el sometimiento no es al marido en sí, sino como al Señor mismo, una mujer no debe considerar someterse a su marido porque este la intimide o no, sino por sujeción a la voluntad del Señor. En un hogar cristiano el hombre va a ser cabeza de la mujer por voluntad de Dios, pero esto no significa que él deba imponerse con sus ideas y decisiones sobre su mujer, sino que la correcta funcionalidad del matrimonio es aquella donde al momento de tomar decisiones esto se haga entre los dos. Esto implica que ambos deberán oran juntos y tomarse el tiempo necesario para llegar a un consenso. ESO ES SER UNA SOLA CARNE
23  porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

La obligación del esposo será vivir de tal manera que su vida contribuya directamente a la edificación de la vida espiritual de la esposa. El esposo debe ser como un instrumento útil para la santificación de la esposa, por medio de ser un ejemplo, las esposas aprenderán la misericordia, el amor, la templanza, la mansedumbre, la piedad, por medio del esposo y no por medio de otro hombre espiritual de la iglesia, sino que esto le compete directamente al marido, el ánimo de ellas en las cosas de Dios va a depender de cuanto animo tengamos nosotros en las cosas de Dios.

La idea de la sujeción no es cuestión de dar órdenes solamente, sino que la autoridad que es según el espíritu de Cristo para el beneficio de nuestro conyugue, no para su esclavitud.

25  Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

Tenemos que morir a nosotros mismos, a nuestro egoísmo infantil, y aprender a ser como Jesús, esto implica perder la vida por amor, amando incondicionalmente a nuestras esposas, en todas las áreas de la vida, morir nosotros para que crezca ella, a veces nos gusta que nos llamen siervos de Dios, pero no nos gusta cuando nos tratan como siervos. EL MATRIMONIO ES MÁS IMPORTANTE QUE CUALQUIER MINISTERIO EN LA IGLESIA, así que es aquí donde debemos esforzarnos para agradar a Cristo.
26  para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

La idea de la entrega hacia nuestras esposas debe ser con el objetivo de que alcancen una vida santa, es por ello que todas las decisiones que tengamos que tomar van a tener que ver primeramente con esto. La santificación de nuestras vidas se hace visible cuando se cosechan dentro del matrimonio frutos tales como el gozo, la paz, la paciencia, etc.

La vida del hombre en la casa debe generar un ambiente espiritual en ella, es el hombre quien va a determinar toda la actitud de la casa. Por ejemplo; si el hombre esta malhumorado en la casa, todos se contagian de aquel malhumor, y si el hombre está feliz y gozoso todos se contagian de aquella felicidad y gozo en el hogar. Debemos aprender a ser hombres y no participar a nuestras esposas e hijos de nuestros problemas laborales, de nuestra incompetencia laboral, seamos hombres, para eso somos los más fuertes, conformemos la imagen de Jesucristo, carguemos la cruz y muramos.
27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Hay veces en que nuestra familia NO nos gusta, las esposas o los esposos tienen actitudes que nos avergüenzan, los hijos hacen cosas que nos desacreditan, y nos disgustamos con ellos, deseamos que sean como otras familias de la iglesia que son mas espirituales, más centrados, pero en tal caso la pregunta es ¿Cuánto tiempo le estamos invirtiendo a la familia para que sea de la forma que deseamos? Si deseamos una familia espiritual, eso depende de nosotros mismos.

El amor de Cristo consiste en que él nos amo primero, y se entrego por nosotros a fin de perfeccionarnos en la santidad para llegara a ser una esposa gloriosa que no tiene mancha ni arruga. Exactamente así debemos hacer con nuestras familias. Hay que invertir tiempo en la esposa y los hijos. Consideremos cuanta televisión y cuanta escuela absorben por día, y cuanto tiempo invertimos nosotros para que ellos sean a nuestro gusto.
28  Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29  Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,

Debemos entender que cuando le hacemos daño a nuestras esposas como también las esposas a los esposos, nos estamos haciendo daño a nosotros mismo, ya que al unirnos a ella en matrimonio (tal como lo leíamos anteriormente) somos una sola carne, y aquí la enseñanza dice que nadie aborreció jamás su propia carne, de lo contrario seriamos loco. Debemos sustentar y cuidar nuestra carne, esto es nuestras esposas, no solo económicamente sino espiritualmente, sentimentalmente y emocionalmente

No ignoremos que el trabajo principal del hombre es dirigir a la familia en la voluntad de Dios, es ser un ejemplo delante de la familia haciendo la voluntad de Dios, nuestra responsabilidad es proveer lo material y también lo espiritual para nuestras familias.
30  porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31  Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
32  Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

Hay esposos que posicionan a sus esposas por debajo de su madre, o sea, tienen más estima por sus madres que por sus propias esposas, como también esposas que tienen más amor por su familia que por sus esposo, pero esto de ninguna manera debe ser así, La mujer más importante en la vida del esposo debe ser la esposa, y el ser mas importante en la vida de la esposa debe ser el esposo, y no la madre, el padre o los hermanos. Debemos cuidar y amar también a nuestras madres, padres y hermanos, pero de ninguna manera ellos estarán primero que la esposa o esposo. Hay madres que han causado muchos daños en las familias de sus hijos, pero todo esto sigue siendo culpa del hijo o de la hija.

Una realidad que se vive dentro de la sociedad latinoamericana, es que la madre del esposo es más importante que la esposa, y esto claramente se observa en la conducta de todos los hombres inconversos, ya que para ellos que uno sea infiel con la esposa no tiene nada de malo, pero si maltratas a tu madre eres el peor hombre del mundo, pero eso no debe suceder en el matrimonio cristiano.

Una de las mejores enseñanzas que podemos brindarle a nuestros hijos, es mediante el amor a su madre, por medio del ejemplo para dar seguridad al hogar, y a toda la familia
33  Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido

La mujer tiene la obligación de respetar a su marido. Una de las cosas que provoca irritación es escuchar como las esposas degradan en público a sus maridos, quejándose y murmurando acerca de sus conductas y hábitos cotidianos. Eso no está bien y es muy desagradable a los ojos de Dios.

La mujer debe cuidarse de hablar de su intimidad, debe cuidarse de deshonrar a su esposo. El esposo debe ser de alta estima para la mujer, y de la misma manera debe ser mujer para el esposo.

El respeto está basado en la confianza, en saber que las decisiones del esposo para llevar adelante una vida centrada en Cristo serán las correctas.



CONCLUISION
Ahora mira tú matrimonio y observa cuánto hay de Cristo allí, ES PARA MEDITAR

Amar no hace referencia al sentimiento. Amar es una necesidad, un trabajo, una obra por el beneficio y el bienestar del otro. Amar es poner la vida por la esposa, hacerlo todo por ella, como hizo el Señor Jesús por su Iglesia.

Si amo a mi esposa, mis hijos van a ser felices, porque crecerán conociendo lo que es verdaderamente el amor aplicado. Nuestros hijos deben aprender el amor, por medio nuestro, y no por medio de la sociedad o de la tele, sino por medio del padre, por medio del trato que este tenga con la madre, así que si vivimos como Cristo, nuestros hijos van a aprender a amar como Cristo. Los padres deben ser la influencia más grande para los hijos. No seamos los artífices de la destrucción de las futuras generaciones matrimoniales.

Ser un matrimonio conforme a los propósitos de Dios, radica en tener la capacidad de conformarnos como Él nos manda por medio de la biblia, muchos matrimonios cristianos se disuelven por no querer cumplir los propósitos de Dios. Así que si alguna vez has pensado en el divorcio es porque no tienes ninguna intención de agradar a Dios, sino que solo buscas satisfacer tu propio egoísmo.

SER UNA SOLA CARNE NO ES UNA OPCION EN LA VIDA MATRIMONIAL CRISTIANA, ESA ES LA VOLUNTAD DE DIOS…


La paz del Señor Jesucristo

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