PROSIGO A LA META

MENSAJE DOMINGO 01/09/2013

Filipenses 3

13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

14  PROSIGO A LA META, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

“Prosigo a la meta”; esta expresión ha estado resonando en mi mente durante la tarde de ayer, y fue lo que me llevo a armar esta meditación, la cual tiene justamente como titulo las mismas palabras; PROSIGO A LA META.

Una de las formas más comunes y eficaces de ilustrar la vida cristiana, es imaginando aquel cuadro que presenta una senda angosta y una persona caminado en ella, dándonos a entender que la vida cristiana en este mundo es tan solo un peregrinaje por una senda angosta hasta llegar a la meta. Esto significa que todas las cosas que hacemos durante nuestra vida, sea trabajo, estudio, oración, lectura, etc. se reflejan como los pasos que vamos dado en aquel camino angosto, o sea, todas las decisiones que tomamos para hacer o dejar de hacer algo van a repercutir directamente en el andar que tenemos en este camino, haciéndonos retroceder algunas veces, como avanzar en otras.

A su vez, todas las situaciones difíciles que tenemos que enfrentar en nuestras vidas, se traducen como los valles por donde atraviesa esta senda angosta, situaciones que a veces nos hacen retroceder por no tener el valor suficiente para enfrentar el problema, como si fueran tenebrosos valles que inspiran temor y nos impide avanzar, a fin de obstaculizar nuestra llegada a la meta.

No sé si todos aquí han leído el conocido libro de John Bunyan, titulado “el progreso del peregrino”, donde en una oportunidad, aquel hombre llamado cristiano, durante su peregrinaje, debe llegar hasta cierto palacio para poder descansar, pero a unos metros de la entrada ve a dos grandes leones en medio del camino, lo cual hacen que este se detenga y piense en retroceder por temor a ser despedazados por estos animales, pero dándole voces el portero del lugar le dice; “¿tan poca fuerza tienes?” no tengas miedo de los leones, porque están atados, y no pueden hacerte daño, solo están puesto para probar la fe de los que llegan hasta este lugar.

A veces considero que exactamente así pasa en nuestras vidas, cuando nos acercamos a un difícil valle que aparenta ser un gran problema en nuestras vidas, y escogemos retroceder prontamente del mismo sin siquiera detenernos a mirar sin en verdad aquello representa una dificultad para nosotros.

La idea central que busco exponer en esta noche es; que por más dificultoso que sea el valle que debamos enfrentar, vamos a tener que atravesarlo de todas formas para poder llegar a la meta, de lo contrario no será posible llegar a Cristo hacia aquella vida eterna.

El apóstol Pablo en la carta a los Filipenses expresa que su andar por el camino angosto, consiste en olvidarse de todo lo que queda atrás y extenderse hacia lo que esta adelante, dando a entender, según lo expresa en los versos anteriores (Flp. 3:3-4), que por causa de Cristo, transitando la senda angosta y atravesando los valles por donde esta pasaba, tuvo que sufrir bastantes pérdidas con tal de seguir su carrera hasta llegar a la meta, pero de nada de todo aquello que fue dejando en el camino se lamenta profundamente, sino que lo pone en el olvido y continua transitando el camino con una firme mirada en la meta.

Filipenses 3

7  Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.

8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

Quizá haya veces donde esta senda angosta atraviese un valle que implique tener que despojarnos aun de nuestra propia casa, y llegado el momento nos veremos envuelto en aquella difícil situación de tener que tomar esa decisión, un valle que puede hacernos retroceder algunos pasos si es que no superan los temores que este genera, como también adelantarnos un buen trecho hacia adelante si es que no titubeamos al pasarlo, todo dependerá de donde este puesta nuestra mirada, es por eso que el apóstol Pablo dice, PROSIGO A LA META, poniendo en el olvido todo lo que queda atrás, a fin de no vivir en el continuo lamento de las decisiones pasadas pensando que “si aquellas decisiones que tomamos estuvieron bien o no”, como también pensar; “si no hubiera vendido la casa quizás ahora no tendría que estar alquilando y preocuparme por conseguir el dinero para la renta de cada mes, ¡NO hermanos!, de lo que queda atrás me olvido (lo pongo en el olvido), y PROSIGO A LA META, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús amen.

Lucas 18

28  Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.

Caminar por la senda angosta va a requerir que atravesemos todos los valles por donde esta pasa, a fin de llegar a la meta, sean estos difíciles o sencillos según nuestro criterio de justicia, vamos a tener que atravesarlos de igual manera, porque de lo contrario no llegaremos a la meta.

Y eso es lo que busco enfatizar el día de hoy, que fuere lo que fuere que haya pasado en nuestras vidas, DEBEMOS PROSEGUIR A LA META, esa es nuestra carrera, esa debe ser nuestra mirada, tratar de vernos reflejados en aquel cuadro de la senda angosta y nosotros caminando en ella, y considerar si es que los pasos que estamos dando nos están permitiendo avanzar por ella hacia la meta, si esa es nuestra mirada, podremos tener un perspectiva diferente de lo que es vivir la vida en este mundo.

Es un hecho que la vida del cristiano aquí en el mundo, no está trazada bajo la idea de echar raíces en la tierra y estar tranquilos en un determinado lugar sin correr ningún tipo de riesgos, sino por el contrario, la vida cristiana es aquella que estará envuelta en muchas situaciones riesgosas que cada uno tendrá que saber afrontar. Que tan dispuestos estamos a querer vivir aquella vida.

Si tuviésemos que ilústralo en aquel cuadro de la senda angosta; sería como estar yendo por el camino hasta llegar a un determinado lugar donde hay un gran cartel que dice “Valle de pérdida de posesiones y bienes materiales” y la senda pasa por medio de ella ¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a atravesar ese valle o vamos a retroceder? ¡PROSIGO A LA META!, y todas las pérdidas que me ocasione aquel valle con tal de llegar a la meta quedarán en el olvido. Pero luego de haber avanzado un largo trecho llegamos a otro valle que tiene un cartel que dice “Valle de dolores y enfermedades familiares”, y otra vez la disyuntiva de no saber qué hacer, si recular y retroceder algunos pasos o atravesar este otro valle con tal de PROSEGUIR A LA META, y a veces cuando el temor busca apoderarse de nosotros tu oirás aquella voz que dice ¿“tan poca fuerza tienes”, “a la primera ya te desanimas y vuelves atrás”? ¡No tengas miedo, prosigue a la meta, (los leones están atados)!.

Atraviesa los valles que tengas que atravesar a fin de llegar a la meta, extiéndete hacia lo que esta adelante, porque este camino esta trazado para los que en verdad son valientes en Cristo Jesús, porque es un camino que estará lleno de valles que deberán atravesarse de una u otra manera.

2° Timoteo 2

3 Tú, pues, SUFRE PENALIDADES (del griego; atraviesa la adversidad) COMO BUEN SOLDADO DE JESUCRISTO

4  Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.

5  Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.

6  El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.

7  Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

8  Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio,

9  en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa.

La expresión sufrir penalidades, también se traduce como atravesar adversidades, como todo excelente o virtuoso soldado de Jesucristo debe hacerlo, porque la realidad de estar en un pelotón implica tener que atravesar diferentes clases de riesgos a fin de cumplir una misión, situaciones complicadas que van a poner en riesgo aun nuestra propia vida, pero no es solo eso, sino que aún aparte de aquello, todo aquel que es reclutado como soldado para Cristo, no puede tener su mente envuelta o involucrada en ocupaciones comerciales de esta vida (sean casa, estudios, negocios), sino tiene que haber sido despojado de ello poniéndolo en el olvido, porque está en una guerra, en una batalla, el no puede llevarse consigo a la guerra sus negocios y posesiones, eso es imposible, es como si en un pelotón con cierta misión, en plena batalla algunos soldados están llamando por teléfono, enviando mail para resolver algunos negocios pendientes, tal actitud pondrá en riesgo no solo su vida sino la vida de todo el pelotón, pero aquellos que son soldados de Cristo, olvidaran lo que queda atrás y se extenderán hacia lo que esta adelante, PROSIGUIENDO A LA META, al supremo llamamiento de Cristo.

Pero también es verdad que esta clase de vida no es nada alentadora para nosotros, pero no debemos ignorar, que así como están los valles difíciles, también están los que son de otra manera, aquellos que nos dan satisfacción y gozo, y mucha paz en Cristo Jesús. Pero ya sean los unos u otros, no debemos desconocer que están diseñados para poner a prueba nuestra fe, para formarnos en experiencia y conducta para la gloria de Dios, a fin de ser cada día más parecidos a Cristo.

Santiago 1

2  Hermanos míos, TENED POR SUMO GOZO cuando os halléis en diversas pruebas,

3  sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

4  Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Santiago, siervo del Señor Jesucristo, escribe en su carta a la iglesia, que debemos tener sumo gozo (regocijo) cuando estemos rodeados de diferentes o multiformes pruebas, lo cuales podríamos  traducir como diferentes o multiformes valles, los cuales van a probar nuestra fe, como si fuera una evaluación de nuestra conducta, a fin de generar en nosotros un mejor hombre o mujer para alcanzar una perfección completa.

Pero la realidad de esto es que “prueba y gozo” concretamente (o literalmente) no van de la mano, o acaso nos hemos visto estar sonrientes y llenos de gozo frente a una difícil situación aflictiva, antes por el contrario, nuestro semblante ha expresado preocupación y angustia, y cierto desasosiego, o sea que podríamos decir que lo que es “prueba” va más de la mano con angustia, desasosiego, desanimo, desazón, antes que con gozo. Pero también, la realidad de esta expresión no hace alusión a aquel sentimiento forzado o fingido de mostrarse fuerte y alegre por fuera en estos valles, sino, a no perder el gozo interior de lo que representa caminar por esta senda, manteniendo la paz en nuestra alma, sin querer abandonar nuestra carrera hacia la meta. PROSIGO A LA META.

1° Corintios 10

13  No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

No debemos permitirnos que las pruebas nos tiren por el suelo, y andar como se dice comúnmente con la cara hasta el piso, no que seamos insensibles al sufrimiento, pero aprendamos a pasar por estos valles con mucho entendimiento, porque aquel que diseño los valles que debemos atravesar, también diseño la salida por donde debemos escapar, a fin de no quedar prisioneros en ningún lugar, sino poder llegar hasta la meta la cual es su final.

1° Pedro 1

6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,

7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo

PROSIGO A LA META; pero entendiendo que ser un buen cristiano es adjudicarse una vida con  problemas, y que éstos algunas veces van a rodearnos, no solo a nosotros, sino también a nuestras familia, a la congregación, al trabajo, son los valles que atraviesa esta senda angosta, y que debemos atravesar, si es que al igual que Pablo queremos PROSEGUIR A LA META.

No va a ser una vida perfecta desde el punto de vista humano, no como aquellas que muestran las novelas, donde todo es tan hermoso y color de rosa, ten por seguro que no será así, ahora si tu deseas algo bonito según el mundo, entonces deja esta senda angosta, abandona esta meta y apártate de ella a toda prisa, porque este camino no es para los mundanos, sino para aquellos valientes que avanzar en ella por el poder del Espíritu de Cristo el cual es Señor de todos.

A demás, si analizamos la vida de Jesús desde el punto de vista mundano, Él fue un hombre fracasado y para nada exitoso en esta carne, Él no escribió libros, no gano títulos, no tenía diplomas, no era empresario, no tenía lujos, antes por el contrario, nació en un pesebre, no tenia donde reposar su cabeza, sus amistades no eran de la realeza ni de las altas sociedades, sino gente del vulgo, así que su carrera según el mundo es una vida carente de todo merito, murió siendo joven y crucificado entre dos ladrones, como un malhechor indigno de ser recordado, pero para los que creen en Él, para nosotros, Jesús es el Camino la Verdad y la Vida

Hebreos 12

1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

2  PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él SUFRIÓ LA CRUZ, MENOSPRECIANDO EL OPROBIO, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Así que hermanos, PROSIGO A LA META, corriendo esta carrera con paciencia, no ignorando que esta (la paciencia) se forja con valles de prueba, pero además despojándonos también de todo aquello que sea un estorbo en nuestras vidas, y si en algún valle perdemos algo, lo pongo en el olvido y me extiendo hacia lo que esta adelante, sin ningún temor, porque la meta amerita que si es necesario perderlo todo con tal de llegar al final, entonces pasaremos por esta vida siendo los más miserables del mundo, para poder al final de los siglos en verdad poseerlo todo.

A veces cometemos el error de pensar que Dios está con nosotros cuando todo está bien en nuestras vidas, y cuando llegan los problemas Él nos ha abandonado, pero eso no es así. Dios es el Dios de los tiempos buenos y también de los problemas, por tanto no temamos los valles que debamos atravesar, sino que prosigamos a la meta, con tal de llegar hasta el final.

Salmo 23

1  Jehová es mi pastor; nada me faltará.

2  En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

3  Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Muchas veces escuchamos a algunas personas pronunciar esta expresión; “es mejor ir por lo seguro”, dando a entender que es mejor no desprenderse de algunas cosas, pero para nosotros lo más seguro es Cristo.

Por último, en nuestras vidas van a seguir habiendo tempestades, dentro de la iglesia, en nuestros hogares, en el trabajo, y no van a ser nada lindas, pero no olvidemos que Jesús está con nosotros, está en la barca, Él siempre está al mando en todas las batallas, solo tenemos que acercarnos confiadamente a Él para ser instruidos, y esperar solamente sus órdenes. La barca en la que estaban los discípulos en aquella oportunidad, se estaba hundiendo, estaba llena de agua, parecía que no había más nada por hacer, que cualquier intento de salvarla era inútil, pero el Señor Jesús que estaba durmiendo, una vez despierto, en cuestión de segundos soluciono todo el problema.

Así que por más dificultoso que sea el valle que estemos atravesando no perdamos la mirada hacia lo que esta adelante, porque aquello es el todo del cristiano.

Lucas 9

62  Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Lucas 17

32  Acordaos de la mujer de Lot.

La paz del Señor Jesucristo

Obrero de la última hora